Cinco planes para un otoño en Mallorca
La mayoría de los que visitan Mallorca durante el verano no sospechan que más allá, la isla es un destino especial para vivir un otoño mediterráneo. Durante los meses de septiembre, octubre y noviembre, la isla todavía disfruta de suficientes horas de sol y de temperaturas máximas que son más agradables que la media que puedes encontrar en la península. La consejería de turismo de Mallorca lo tiene claro y apuestan por un Mallorca 365. Todos los días del año hay algo que encontrar en Mallorca, y, por supuesto, también en otoño.
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Naturaleza en el interior
En otoño los pueblos del interior de la isla ofrecen bellos paisajes. La mejor forma de conocerlos es practicando senderismo; en Mallorca, la fantástica Serra de Tramuntana es la estrella del senderismo. Los diferentes caminos y rutas disponibles atraen cada vez más a los amantes de ésta práctica que suma deporte, cultura, naturaleza y gastronomía.
En el año 2011, la Serra de Tramuntana recibió la consideración de Patrimonio Mundial por la UNESCO. Se trata de un sistema montañoso de poco más de 90 km de largo que va de norte a sur de la isla. Curiosamente, fue este sistema montañoso el que atrajo a los que podríamos considerar primeros turistas de Mallorca, a principios del siglo XX, que por la época no llegaban en aerolíneas low cost. Uno de estos turistas fue el Archiduque Luis Salvador de Austria que construyó diferentes miradores en algunos senderos. Muchos de ellos, desde los que la mismísima emperatriz Sissi disfrutó del paisaje, siguen en pie todavía.
Cultura en la capital
Palma de Mallorca es la capital de la isla de Mallorca. Durante toda su historia, la ciudad ha visto pasear a diferentes artistas y genios como Gaudí, Picasso, Rusiñol, Borges, Cela, y muchos más. El otoño en Palma de Mallorca se disfruta en sus cafeterías, en los museos, en sus muchas galerías de arte, en las librerías y, sencillamente, paseando para descubrir su arquitectura y monumentos.
A principios de septiembre, Palma de Mallorca tiene su propia noche del arte. La Nit de l’Art que se celebra al modo de las populares “Nuit Blanch” (o noches blancas) de muchas capitales europeas. Esa noche se celebra el comienzo de la temporada artística, y al evento se suman galerías y museos que convierten el casco antiguo de la ciudad en un escaparate para que los amantes del arte disfrutan. Otro evento importante que se celebra en otoño y que da idea de la importancia cultural de Palma de Mallorca es el Evolution Mallorca International Film Festival, que llega cargado de eventos y proyecciones cinematográficas a las que asistir.
Un espectáculo único
La Catedral de Palma de Mallorca merece mención aparte todas las épocas del año. Pero en otoño, y en invierno, el Día de la Candelaria, es más destacable ¿Por qué? En los días otoñales, en concreto el 11 de noviembre, es cuando se puede disfrutar de un espectáculo lumínico único en el interior de la catedral. Se conoce como “El ocho” y se trata de una alineación perfecta entre el sol y el rosetón central de la fachada. Como resultado, durante unos minutos, los colores de la vidriera del rosetón se proyectan a lo largo de la nave central hasta fijarse unos instantes en la fachada contraria ¡Es asombroso!
La mejor gastronomía
Para los entendidos, la mejor temporada gastronómica en Mallorca es la de los meses del otoño. La festividad de Todos los Santos es el inicio de temporada, comienzan las matanzas del cerdo, tan importante para la gastronomía mallorquina, pero también a las mesas llegan las mejores verduras, hortalizas, las jugosas setas de los bosques de la isla y los cazadores se hacen con sus mejores piezas.
Hay una gran cantidad de restaurantes tradicionales en la isla para disfrutar de la gastronomía. Y no solo eso, es la época de la vendimia y la mejor oportunidad para disfrutar de la riqueza enológica de Mallorca.
Relax otoñal
Por último, no hay que olvidar los momentos de relax que nos brindan las diferentes playas y calas de Mallorca durante los meses de otoño. A diferencia del verano, con más ajetreo y concentración de visitantes dispuestos a broncearse y disfrutar de los mejores baños en el mar, el otoño es una época perfecta para pasear junto al Mediterráneo. Simplemente sentarse en algún lugar de Cala Tuent o Platja d’es Carbó, sobre la arena, a escuchar el mar y dejar que la brisa nos acaricie, nos cargará de energías para lo que nos queda por delante, el invierno.
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