Cómo decorar una vivienda vacacional pequeña
Cada vez hay más personas que comercializan una vivienda vacacional. El objetivo es lograr unos ingresos que siempre vienen bien a la economía familiar. Muchas personas, incluso, alquilan su vivienda habitual mientras pasan las vacaciones en otro lugar. Pero lo habitual es alquilar una segunda vivienda que suele estar desocupada.
Ahora bien, a la hora de comercializar una vivienda vacacional no hay nada que desmotive más que el tardar mucho en ocuparla; pero es que no solo se trata de poner un anuncio y sentarse a esperar. En realidad, hay una serie de aspectos para lograr más y mejores reservas de tu propiedad vacacional. Uno de esos aspectos importantes es la decoración. En Alquilair queremos ayudarte con unos trucos infalibles de decoración que harán que te entren reservas muy rápido.
5 trucos para decorar una vivienda vacacional en Mallorca y alquilarla rápido
Una vivienda entra por los ojos. De ahí que el aspecto sea tan importante a la hora de escoger una u otra de las opciones que un cliente puede encontrar entre toda la oferta de Internet. Si, además, tu vivienda vacacional es pequeña, tendrás que tener en mayor consideración los siguientes consejos si quieres alquilarla lo más rápido posibles:
Para que el espacio pueda lucir y ayude a transmitir la sensación de un interior cómodo y acogedor, hay que decorar la vivienda con algunos objetos y muebles esenciales. Pero, recuerda que en decoración, como en la vida, a veces, menos es más. Pero, al contrario, si decoramos mucho, podemos caer en el error de personalizar en exceso el espacio con nuestros gustos y estilo. Y sobre gustos no hay nada escritor; es decir, que tal vez lo que a nosotros nos vuelve locos y nos encanta, al cliente no.
Es mejor usar los colores neutros para la pintura y acabados de las paredes. Y lo mejor es el color blanco, que nunca pasa de moda. Para evitar caer en la monotonía o en el aspecto de clínica, conviene dar un toque de color recurriendo al contraste cromático con colores como el gris, el beige, el marengo, o para los más atrevidos un toque de rojo, ¡pero sin pasarse!
La luz es un elemento decorativo. En la medida de lo posible que entre en el espacio en cantidad. Los colores blancos, los espejos, junto a los espacios no atiborrados, ayudan a multiplicar la luz en el interior y por efecto visual, agranda las estancias. Procura que las ventanas estén despejadas para que entre la luz natural hacia el interior sin obstaculizar con cortinas espesas, visillos o estores antiguos.
Algún toque personal, como por ejemplo las flores naturales, ayudan a mostrar un espacio con encanto, único, con detalles y color. También las plantas de interior; pero que estén bien cuidadas. Nunca decores con fotografías propias. Eso rompe con la magia y la ilusión con la que el cliente se hace propia la vivienda durante su permanencia.
El mobiliario mejor que sea atemporal para que no sufra con el paso de las modas. Las piezas imprescindibles, que sean de buen diseño y resistentes, tonalidades neutras y conjuntando con la pintura y telas del resto de la decoración.
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