«El alquiler turístico, el modelo que ha revolucionado al sector«
Al menos ocho millones de turistas españoles eligieron la opción de una vivienda vacacional en los últimos dos años. El boom tanto de la economía colaborativa como de las plataformas de alquiler vacacional, es un negocio que cada vez es más pujante pero que hay que saber gestionar. Así lo confirmaron expertos del sector reunidos en el observatorio Alquiler Vacacional.
«Hay una realidad innegable y es que, en todas las ciudades, hay un porcentaje de ciudadanos que interactúan con las plataformas de arrendamiento turístico. Es imparable porque esas personas buscan una experiencia de calidad, y hemos sido capaces de aportar experiencias diferentes y de calidad», expresó Arnaldo Muñoz, director general de España y Portugal de Airbnb. Pero también se debería hacer una diferenciación entre las fórmulas de alquiler vacacional.
La primera es la de aquellos particulares que ponen sus vivienda a disposición de viajeros, de una forma total o parcial. El segundo patrón son aquellas personas propietarias de una segunda residencia que suele estar vacía, por lo que optan por el alquiler vacacional. «En el caso de segundas residencias las alquilan porque están mucho tiempo desocupadas y para sacar una rentabilidad, que les ayude a incrementar su valor, a invertir en ella, pagar la hipoteca o ingresos extras», explicó Juan Carlos Fernández, director general para el Sur de Europa de Homeaway. Además, no se puede hablar de alquiler turístico estrictamente porque no todas las personas que alquilan lo hacen con esa intención. Según Víctor Manuel Fernández, consejero delegado de Room Mate Group, «el 68% de las noches que vendemos es a clientes que viajan por negocios, clientes corporativos.
Economía colaborativa en el alquiler vacacional
Las plataformas han facilitado y han constituido un catalizador o acelerador de la economía colaborativa. Es un fenómeno imparable. Las expectativas que se esperan es que llegue a los 335.000 millones de dólares para el año 2025 y que siga creciendo la economía colaborativa. El creciente negocio de estas plataformas de alquiler de viviendas vacacionales generó el año pasado un impacto de más de 12.000 millones de euros, de los cuales 9.600 millones repercutieron en el entorno de las viviendas.
Uno de los motivos por el que las personas eligen este modelo de alojamiento es porque les gusta estar más en contacto con la realidad del barrio y la ciudad. El perfil del viajero es mujer, de 35 a 50 años, y que está una media de 7 días. Suelen gastar unos 443 euros frente a los 350 euros que gastan en los hoteles.
En lo que coinciden estas compañías es en la necesidad de una regulación y normativa común a todos los entes administrativos. Primero una regulación general, y segundo imponer los mecanismos para que de manera clara no se demonice a las plataformas. Hay que evitar que las comunidades actúen cada una por su cuenta porque va en contra del principio de igualdad. Una la ley de arrendamientos urbanos, y para que esto tenga una mediana posibilidad, la ley de tributos debe llevarse a cabo y que el Gobierno sepa lo que aportamos no solo económicamente sino a nivel de desestacionalización.